Toda mi familia materna está en la playa. Yo cuido al hijo mediano de mi tío Pedro, es decir, a mi primo F, quien permanece sentado a mi lado en la playa. Tío Pedro se adentra en el mar con sus otros dos hijos: el mayor, que es adolescente, y el menor que tiene cinco años de edad; las olas arrecian, mi tío no puede cuidar a ambos, de modo que logra salvar al pequeño, pero no al grande, quien muere ahogado; veo sus piernas blancas entre leños que flotan. Es muy difícil explicar lo que ocurre luego: la familia regresa de la playa en un camión, todos sabemos que mi tío murió de un infarto hace meses, no ahogado; sin embargo, mi primo M sí acaba de morir en el mar, cosa que ni mi tía política ni mi primo F saben; ellos preguntan por mi primo ausente, pero los demas familiares no sabemos cómo decirles lo que ha ocurrido.
Finalmente llego a mi habitación de hotel. Encuentro una gallina húmeda, con los ojos cerrados de dolor y enfermedad; a su lado hay un pollito, húmedo, decapitado pero vivo. Siento mucho dolor de verlos y con ese dolor despierto. Tal vez éste es el sueño más triste que he tenido.
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