domingo, 27 de julio de 2008

INVASIÓN EN MI NARIZ.

Me sueno la nariz. De ésta salen largos hilos de telaraña. De los hilos penden arañas pequeñas y rojas. Jalo, jalo, no dejan de salir. Ya hay por lo menos diez bichos en el suelo. La nariz comienza a sangrarme. Llamo a una mujer morena, llenita, pues es médico y creo que podrá ayudarme.

miércoles, 16 de julio de 2008

AGUA Y PETRÓLEO

Estoy en un centro comercial. Llegué con Durazno y lo perdí de vista. En un restaurante comparto la mesa con algunos familiares. Recibo un gran postre. Un tío lejano me dice que es demasiada comida, ante lo cual contesto "¿Es tu cuerpo? No. ¿Te afecta lo que yo coma? No. ¿Eres mi papá? No. Entonces déjame en paz." Todos se quedan callados y sorprendidos, sobre todo él. A unos metros se encuentra una familia "guarra," que sin embargo se siente muy fufurufu y por alguna razón se unirá a nuestra familia. Recuerdo por ejemplo, a una mujer morena, gorda, pequeña, con tacones y el cabello pintado de rubio.
Ahora estoy en el pueblo de mi bisabuela. Su casa está en desnivel; se encuentra más abajo que la calle. Ella no me reconoce. Le digo que soy su biznieta, pero no oye y pregunta "¿qué? ¿Que eres la sirvienta?" Todos se ríen y yo me siento avergonzada. Llueve. La casa se inunda. Voy hacia otra recámara, que es de mi prima B. Me parece una habitación hermosa, pero lamentablemente se ha inundado de un lado. Salgo de la casa. A lo lejos veo a mi prima B, quien se cubre la cabeza con una lámina circular hecha de madera. Sé que va al centro del pueblo, quiero acompañarla para encontrar al Durazno; sin embargo, por alguna extraña causa, no lo hago.
Ha amanecido. Estoy en la calle. Quiero regresar por mis cosas, para lo cual debo bajar a la casa de mi bisabuela. Sin embargo, no está inundada de agua, sino de algo parecido al petróleo. Introduzco un pie en ese líquido negro, pero siento asco. Debo ir al centro del pueblo y no tengo ropa. Última escena: camino hacia allá, estoy enojada y envuelta con una toalla.

viernes, 11 de julio de 2008

MUJER EN EL FONDO DEL MAR

Estoy frente a mi computadora y busco imágenes en google para la cabecera de mi blog. La primera palabra de búsqueda es “esgrima,” de inmediato aparece en la pantalla el dibujo de una careta; posteriormente veo garabatos entre los cuales se distinguen unos bigotes abundantes. La segunda palabra es “mar;” en la pantalla aparece una sombra en movimiento, cuya figura es casi imposible distinguir, sin embargo, poco a poco se aclara; es una mujer que baja por algo (tal vez un caracol) al fondo del mar; en la última escena es más que una sombra, pues la luz permite ver su cuerpo blanco y desnudo que nada hacia la superficie.

lunes, 7 de julio de 2008

TEMPLOS EN EL AGUA/ BUDA BLANCO

Templos en el agua

Estoy sentada con un señor que es viejo y humilde, parece un campesino. Usa huaraches, tiene los pies sucios. Él me pretende. Frente a nosotros hay una especie de estanque de agua, dentro del cual hay pequeñas pirámides prehispánicas. Después estoy sola entre esos templos; el agua es baja y clara. De súbito recibo una llamada. Es Ingrid, la hija de una amiga de mi mamá. En la última escena me encuentro en un edificio con Ingrid, su hermana y otras personas cuyos rostros no recuerdo.


Buda blanco

Estoy frente a mi computadora, en la pantalla veo agua verde, me parece que es un lago parecido al que sale en una película de Kim Ki- Duk. A mi derecha y arriba hay algunas repisas, en una de las cuales, hay un buda pequeño entre libros. Está hecho de porcelana, tiene unas barbas largas, se encuentra hincado, en una postura curiosa y relajada; ve hacia mí y sonríe. Sonríe bellamente.

viernes, 4 de julio de 2008

COMO JANIS JOPLIN

Estoy en mi casa, que en el sueño es más o menos grande. Tiendo mi cama, pero ésta comienza a moverse como la cama de la protagonista de El Exorcista. Durante un instante me siento tranquila y deja de moverse, pero al siguiente me asalta el miedo y la cama se sacude; así se alternan los instantes de tranquilidad y miedo durante un tiempo, hasta que me vence el temor, de modo que salgo hacia otra recámara. Ahí hay una cama de mayor tamaño, es decir: matrimonial; me asusta que pueda moverse, pero eso no ocurre, entonces de pie junto al armario comienzo a cantar Cry Baby. Me sale de la garganta una voz fuertísima; canto con la misma intensidad que Janis Joplin y me siento liberada.
Ahora es de noche y corro con alguien en la calle. Hay muchas tiendas y ruido a un lado, lo cual me da confianza para cantar la misma rola, con la misma intensidad; en cambio, cuando disminuímos la velocidad del paso, esa voz fuertísima ya no me sale.
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Con mi baja estatura pierdo glamour, pero gano simpatía. Me alegro con facilidad: "sí, sí, sí, yo quiero mambo, mambo". Soy una persona agridulce. Me gusta el mar y cualquier agua clara o verdeazul en la que pueda zambullirme. Mi escritor favorito es Italo Calvino, de quien aprendí que, en medio de la mezquindad, un impulso de amor general puede originar un universo.