viernes, 19 de diciembre de 2008

TERCER SUEÑO LÚCIDO. COLLARES LUMINOSOS.

Estoy cerca de mi casa. Me encuentro a punto de subirme a un microbús, cosa que me resisto a hacer, pues odio el transporte público. Sin embargo pienso "voy a hacerlo, pues sólo estoy soñando." De pronto ya no estoy en el microbús sino caminando cerca de mi casa; entonces un niño se acerca a mí con una caja metálica como las que suelen contener galletas. Sé que es un regalo, entonces me digo "estoy soñando, así que esta caja puede contener lo que desee, deseo que sean collares." Abro la caja y en efecto son collares y luminosos, mismos que sin embargo no me parecen bonitos, pues son plásticos y con luces fluorescentes.
Nota: este sueño se parece al primer sueño lúcido que tuve, pues en ambos fui incapaz de pensar rápidamente qué es lo que quería soñar; en el primero no se me ocurría qué hacer y sólo corrí, en vez de volar (cosa que me hubiese encantado soñar); en este no se me ocurrió qué otra cosa podía contener la caja.

jueves, 11 de diciembre de 2008

COCODRILOS LANCHA

Estoy en un río de agua verde. Veo que la gente mete las manos ahí, a pesar de que hay cocodrilos, estoy a punto de decirles "hey, cuidado," pero luego me doy cuenta que son animales pacíficos. Se trata de una especie de cocodrilos grandes y planos que sirven como transporte, pues sobre sus lomos se suben los hombres y reman.

miércoles, 10 de diciembre de 2008

OTRO METASUEÑO

Le digo a un chavo (cuyo rostro no recuerdo) que tengo sueños recurrentes con cocodrilos. Él me pregunta si acaso han sido seis o siete sueños, a lo cual contesto que por lo menos son cuarenta, lo cual es cierto.

A UN METRO DEL COCODRILO

Mi mejor amiga y yo vivimos juntas. Estoy durmiendo en mi récamara. De pronto entra un muchacho con aspecto rapero y salimos de paseo con él, se ve que es gran amigo de ambas. Un río separa nuestro departamento del resto de la ciudad, lo que nos comunica es un puente nuevo y firme; en el cual caminamos los tres. Luego volvemos al departamento, esta vez en busca de varias pertenencias, pues nos vamos (no sé si de vacaciones o si es una mudanza). Atardece. Ahora el puente es frágil, sus sostenes ya no son metálicos sino una especie de lazos tan flexibles que hacen descender el puente hasta pocos centímetros del río. Y en el río hay cocodrilos; esta ocasión veo claramente uno de ellos, estamos tan cerca que tengo la certeza de que que si caigo me morderá.
Con mucho trabajo, logro llegar al extremo seguro. Al final, pienso que olvidé mis froot loops; estoy a punto de volver por ellos, pero recuerdo los cocodrilos y desisto de esa idea. Afortunadamente, después me doy cuenta que ahí están mis froot loops.
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Con mi baja estatura pierdo glamour, pero gano simpatía. Me alegro con facilidad: "sí, sí, sí, yo quiero mambo, mambo". Soy una persona agridulce. Me gusta el mar y cualquier agua clara o verdeazul en la que pueda zambullirme. Mi escritor favorito es Italo Calvino, de quien aprendí que, en medio de la mezquindad, un impulso de amor general puede originar un universo.