sábado, 2 de agosto de 2008

MUÑECOS EN LA SALA

MANATÍ AZUL
Pablo regala dos boletos para un concierto, uno a Mijael, otro a mí. Ambos nos ponemos muy contentos; sin embargo, no logro saber de quién es el concierto, pues el boleto es confuso; también nos da unas cartas que escribió, la de Mijael tiene dibujado un sol y la mía una luna. Después recibimos dos cajas llenas de muñecos ; uno de los que está en mi caja es un manatí azul, hecho con retazos de tela. Intento acomodar los monos en un mueble que está en casa de mis abuelos, pero no estoy convencida de que sea lo mejor. Entonces Pablo dice algo así como "lo siento, es que no podía seguir guardándolos en mi casa." Ahora comprendo, los muñecos no son regalos, sino cosas que alguien le dio a guardar, sin embargo él está confundido, pues los muñecos no me pertenecen.
UN MUÑECO ME VE
La sala de mis abuelos está llena de muñecos. Uno de ellos voltea a verme con sus ojos pintados. Me asusto. Corro hacia mi papá para informarle lo ocurrido. Dice que no puede ser, que todo se debe a efectos eléctricos; entonces toma al muñeco y lo pone junto al interruptor eléctrico. Salen chispas, pero nada más. Luego mi papá se pone a arreglar una casa diminuta, y de vidrio que está en la pared. El muñeco sigue moviéndose, incluso bosteza; sigo con miedo, a pesar de lo cual, comienzo a burlarme del muñeco.Finalmente, quiero bajar el volumen de la música que suena en el mini componente, pero el botón gira hacia el lado contrario, se mueve por sí mismo, o por algo invisible que tiene una fuerza superior a la mía.

1 comentario:

El kantiano empedernido dijo...

Me gustan tus sueños. quisiera tener una memoria onírica como la tuya. ya comence mi propia bitácora como me sugeriste. el otro día tuve un sueño muy raro, pero agradable. creo que fue gracias a ti y a tus consejos que logré acordarme de él. Lo escribi en mi blog. me recuerda a tu sueño del buda blanco. P.d. ¿el muñeco que te ve es choki?

Powered By Blogger

Datos personales

Mi foto
Con mi baja estatura pierdo glamour, pero gano simpatía. Me alegro con facilidad: "sí, sí, sí, yo quiero mambo, mambo". Soy una persona agridulce. Me gusta el mar y cualquier agua clara o verdeazul en la que pueda zambullirme. Mi escritor favorito es Italo Calvino, de quien aprendí que, en medio de la mezquindad, un impulso de amor general puede originar un universo.