jueves, 6 de septiembre de 2007

MUJERES Y ANIMAL FEROZ


***


Edna, Claudia, Zoila y yo estamos en la parte más alta de un bar. Ellas tres descienden un par de escalones, pero casi de inmediato suben despavoridas, me dicen que hay un perro, que van a matarlo, que es peligroso. Imaginé que era un labrador, pero de ser así, mis amigas no habrían huído escaleras arriba ¿no es algo obvio? Sin embargo, tonta y presurosa, bajé a buscar al animal, pues no quería que le hicieran daño. Sorpresa, me encontré con un furioso rottweiler, cuyo dueño se esforzaba, en vano, por controlarle. El perro gruñó, me mostró los dientes, qué amenaza; aterrorizada ascendí hasta el escondite de mis amigas, intentamos cerrar la puerta entre las cuatro, pero fiero el animal asomaba las fauces y empujaba la puerta. Finalmente, ya en la oscuridad de una calle, pasamos junto a sus restos. Alguien lo mató, qué alivio.
***
Mis primas del lado paterno y yo estamos en una cama. Vemos pasar a mi bisabuela del lado materno. "Hay que saludarla" les digo, pero conforme la anciana se acerca me arrepiento, mejor que no no nos oiga, que no venga hasta nosotros, pues la visión es horrenda: la vieja tiene el cabello suelto, los párpados permanecen arriba, pero sus ojos se han secado, ahora son blanquecinos, achicados, como los de un pescado puesto sobre el plato.

No hay comentarios:

Powered By Blogger

Datos personales

Mi foto
Con mi baja estatura pierdo glamour, pero gano simpatía. Me alegro con facilidad: "sí, sí, sí, yo quiero mambo, mambo". Soy una persona agridulce. Me gusta el mar y cualquier agua clara o verdeazul en la que pueda zambullirme. Mi escritor favorito es Italo Calvino, de quien aprendí que, en medio de la mezquindad, un impulso de amor general puede originar un universo.