Estoy en la casa de mis abuelos, camino en la azotea. Una señora que no conozco se acerca a mí, dice que soy famosa por mis fiestas escandalosas; tomo esto como un reclamo e infiero que es una vecina, entonces le contesto en tono sarcástico "seee, qué fiestones locos." Posteriormente Memo, ella y yo nos sentamos en el garage, en plena oscuridad. La vecina cuenta que hay muchos fantasmas vestidos de blanco en esa casa. Memo y yo replicamos que no, que sólo hay uno. Ella dice que ese fantasma sale de una piedra a lo lejos, la señala; volteó hacia el sitio señalado, con miedo de ver el espectro. Memo añade que "el de blanco" es alguien que se mató en la calle Reforma. De pronto voltea hacia nosotros y hace un gesto de horror. Le pregunto qué le pasa. Despierto.

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