Tía A y yo bañamos al pájaro Prim; apenas cae el agua sobre su cuerpo, éste aumenta su tamaño, se vuelve transparente y redondeado, como cristal y como burbuja. De pronto, otra vez con sus colores, el ave resbala hasta la coladera del fregadero, de modo que sólo quedan fuera las plumas de su cola. Siento horror y lástima a la vez, pero estoy tan desesperada que no puedo hacer nada. Es mi tía quien lo rescata.
Al otro día hay un pez rosa muerto dentro de una pecera. Mi abuela dice que es el pájaro Prim que ha muerto. Yo me siento triste y confundida ¿cómo es posible, si ayer fue rescatado? Además, si bien recuerdo, mi pájaro no era un pez.
